Ánimo

1. Aquel que quiera retornar al Santo, bendito sea, deberá ser experto en halajá, la ley, que literalmente significa “ir”. La persona debe ser experta en “ir” a través del sendero correcto de modo que nada en el mundo la desanime o la haga sentir rechazada.

Así progrese o no, aunque sienta que retrocede y pese a lo que esté atravesando, siempre deberá mantenerse firme y seguir la enseñanza del Rey David en el libro de Los Salmos (139:8): “ Si asciendo al cielo Tú estás allí y si hago mi lecho en el infierno, allí estás Tú”

Pues hasta en el más profundo nivel del infierno es posible acercarse al Santo, bendito sea, porque Él también puede ser encontrado allí. “Si hago mi lecho en el infierno allí estás Tú”. (Likutey Moharan I, 6:4).


2.La revelación más grande de la grandeza del Santo, bendito sea, se produce cuando aquellos que están lejos se acercan a Él.

Su Santo Nombre es entonces glorificado y exaltado en los mundos superiores e inferiores. Esto implica que nadie debe perder la esperanza de acercarse al Santo, bendita sea, aunque se sienta muy lejos de ÉL debido a sus pecados.

Es posible que haya errado gravemente. Pero si es así, entonces es precisamente a través de su retorno que la gloria del Santo, bendito sea, será exaltada y magnificada. (Ibid. 10:1).


3. Es muy bueno que aquellos unidos al Tzadik se apoyen mutuamente. El Tzadik mismo es la fuente más importante de esa fuerza sobre la cual deben apoyarse. El poder del Tzadik es tan grande que es capaz de atraer hasta el alma más dañada, hasta un alma que ni siquiera ha comenzado a emerger de lo profano a lo sagrado.

El hecho de que el Tzadik pueda renovar un alma como ésta debe darles ánimo y entusiasmo a todos. Sea cual fuere el nivel de la persona y sin importar aquello por la que haya debido pasar, existe para ella una esperanza genuina en la medida en que se una al Tzadik.

Uno debe darle ánimo a su compañero recordándole este concepto. También debe encontrar otras maneras para entusiasmarlo y fortalecerlo en su devoción al Santo, bendito sea. Es muy bueno transmitirle todas aquellas enseñanzas del maestro que uno haya podido comprender. (Ibid. 13: Final).